Romina Goransky nos cuenta el camino que recorrió antes de crear su Escuela de saberes. La retratamos en su taller en Palermo, donde dicta clases de origami, kirigami, furoshiki y costura.
Romi por Laureana Orejon. |
Después de tanto tiempo sin leer una historia emprendedora- inspiradora, llega Romi Goransky con su escuela para contarles su experiencia de trabajo y éxito.
Contános a qué te dedicas.
Doy clases de distintos saberes que tienen que ver con el trabajo manual, con el aprender a construir a partir de diferentes soportes y técnicas.
Dicto talleres de Origami, plegados en papel y en tela; Kirigami, calados en papel; Furoshiki, envoltorios sustentable con telas y Costura básica.
¿Cómo era tu vida antes de dedicarte a esto?
Foto: Laureana Orejon |
Fue un largo proceso, comencé dedicándome a la Economía ( la Carrera en donde me "gradué"), luego me volqué hacia el mundo textil, aprendí moldería y trabajé en distintas áreas relacionadas con el diseño y las telas: realicé vestidos de fiesta a medida, diseñé y realicé vestuario para cortos, publicidad y teatro. Con Constanza Martinez hicimos prendas estampadas con serigrafía y lo último de esa etapa fue un emprendimiento: Mila, de accesorios en tela para chicos. Fue una experiencia de mucho aprendizaje en donde la pata comercial era la que más me costaba desarrollar y que me llevó a pensar que quizás lo mío iba más hacia otro rumbo, pero no tenía claro cuál. El mundo de la moldería me llevó al Origami, que siempre me había llamado la atención y luego de estudiar con varios maestros, comencé a dar clases. Descubrí que eso era lo que quería hacer. Al principio fue solo Origami y luego se sumaron los otros talleres. Encontré el lugar en donde mejor me siento.
Foto: Laureana Orejón |
¿Qué fue lo que te llevo a repensarlo todo y cambiar las cosas?
La búsqueda de algo que me dé verdadera satisfacción. Nunca fue un objetivo claro, se fue armando en el andar: prueba y error. De todas las experiencias saqué Sis y Nos que me permitieron ir ajustando el rumbo. También una pizca de curiosidad, miedo, coraje y honestidad conmigo misma.
Quiero aprender a coser! Foto: Laureana Orejón |
¿Cómo fue la transición de lo estable a la autogestión?
Fue gradual, con su cuota de incertidumbre, pero con la confianza de que el camino recorrido me había dado herramientas para seguir adelante. Por mucho tiempo hice trabajos que me rendían más por lo económico y que me permitían ir construyendo la escuela.
Foto: Laureana Orejón |
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
La vinculación con los otros, el transmitir conocimientos y técnicas que hagan de mis alumnos personas capaces de hacer, de disfrutar construir con las manos. El contacto humano, el intercambio, el aprender permanente.
Rosetas Foto: Laureana Orejón |
Hoy, después de algunos años en marcha y de muchos éxitos, ¿qué considerás que fue lo que te permitió lograr estabilidad, trabajo y felicidad?
Conocer qué quiero de verdad, qué calidad de vida elijo tener y comprometerme para lograrla. Intento cargar de sentido la vida a través de la profesión. Para eso la pasión, la empatía, la constancia, el compromiso y la motivación son necesarios en distintas proporciones en cada momento.
Creo en la intención que le ponés a lo que hacés, en el disfrute en el sentido de enseñar y compartir
Centímetros Foto: Laureana Orejón |
Y por último, ¿qué le recomendarías a alguien que está a un paso de emprender?
Que se anime si siente que este camino es el que lo va a llevar a tener una vida más satisfactoria. Que sea honesto con sus fortalezas y debilidades y que trabaje en las últimas. Que sepa que el camino viene con pozos, y que los viva como parte del mismo, son errores o equivocaciones o experiencia, no fracasos. Que aprenda a sintetizar la información, pensar críticamente y ser flexibles ante diferentes situaciones.
Ana, una amiga nikkei (descendientes de inmigrantes japoneses) me enseño que: Emprender no es comenzar algo sino tener continuidad.
Siempre me gustó esta frase de Charles Eames, diseñador multifacético: Toma tu placer en serio. (Take your pleasure seriously).
Foto: Laureana Orejón |
Foto: Laureana Orejón |
Gracias Romi por coparte y contar tu historia, y a Lau por las fotos- TODAS LAS FOTOS SON DE LAU OREJON-!
Todo lo que enseña Romina, además de ser algo que te permite crear y relacionarte con los demás, resulta terapéutico. A mí el origami, me permitió conocer mucha gente, vender mi trabajo, y pasar muchas horas plegando. Muchas horas conmigo. Y no hay otra que escucharse y estar con uno.
¿Querés aprender a coser YA!?
Coser y hacer tus cosas. ¿Qué puede ser más lindo? Foto: Laureana Orejón |
¿Querés sumarte a la escuela de Origami Y Kirigami?
Trompos
Foto: Laureana Orejón
Hice el curso de aprender a coser hace tres años, Una genia Romina!!
ResponderEliminarconocí a Romi en una charla y es super inspiradora! una divina! gracias por compartir tu historia!
ResponderEliminarConoci a Romi en la charla de la minipymer en el mercado don toto en tigre y me super encanto su historia y la verdad que al escucharla pensaba: se puede, hay que animarse y lanzarse!!!, Gracias Romi!!!!! (RP Diseño e Impresión)
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